Un nuevo año escolar, con nuevos desafíos no sólo para los estudiantes sino también para los padres, que tendremos que ajustar rutinas y horarios a la vida escolar. Para que el regreso a clases sea más organizado y sin estrés, hay algunos tips clave que pueden ayudarte a prepararte con tiempo y evitar las corridas de último momento.
1. Revisar la ropa y ordenar los placares
Lo primero que te sugiero es revisar la ropa del año anterior para ver cuál sirve y cuál no y ordenar los placares antes de incorporar ropa nueva.
- Evaluá los uniformes y la ropa en general para ver qué sigue sirviendo y qué no.
- Descartá o doná lo que ya no les queda.
- Armá una lista de compras con lo que realmente necesitan.
- Organizá los placares de manera accesible para que los chicos puedan vestirse con autonomía.
Esto te va a permitir ahorrar dinero y empezar el año con el placard ordenado para que encontrar la ropa impecable cada mañana sea más sencillo.
2. Organizar los libros y útiles escolares
Si en diciembre no vaciaste y lavaste la mochila. ¡Ahora es el momento!
- Seleccioná los trabajos y apuntes que puede servir de repaso (o guardar de recuerdo) y descartá lo que ya no sirve.
- Revisá los útiles con la lista del colegio en mano antes de salir de compras.
- Verificá el estado de la mochila y la cartuchera. Si no se van a usar más, ahora es el momento de descartarlas o donarlas.
- Comprá sólo lo necesario, evitando compras innecesarias de útiles que ya tienen.
3. Preparar la documentación
Cada año hay una serie de papeles y aptos físicos que se deben presentar en los colegios. Para evitar apuros y corridas una vez que empiecen las clases, te sugiero:
- Revisá que documentación necesitás y organizala con tiempo.
- Realizá los chequeos médicos antes de empezar las clases.
- Establecé un lugar fijo en casa donde guardar comunicaciones y documentos escolares.
- Durante el año, respondé las autorizaciones apenas lleguen para evitar que se acumulen y se pierdan.
4. Crear una "recepción funcional" para la vuelta a casa
El regreso a clases trae consigo mochilas, camperas y útiles dispersos por toda la casa. Para mantener el orden es necesario que cada cosa tenga su lugar:
- Asigná un lugar donde los chicos dejen sus cosas al llegar.
- No necesitás un gran espacio: un perchero de pared y algunos estantes pueden ser suficientes.
- Evitá que todo quede desparramado en cualquier superficie o en el piso.
5. Armar un calendario familiar
Los horarios escolares suelen ser un rompecabezas, sobretodo si hay más de un niño. Para que todo funcione sincronizadamente es importante que toda la familia conozca los horarios:
- Anotá horarios de colegio, actividades extraescolares y compromisos en un planner visible.
- Tenerlo escrito ayuda a liberar espacio mental y reduce el estrés diario.
- Actualizalo regularmente para evitar confusiones.
6. Definir un espacio para el estudio
Establecer un espacio definido para el estudio facilita las rutinas y la concentración, si además hay adultos que hacen home office es fundamental para la organización familiar tener los espacios bien definidos:
- Buscá un espacio cómodo, con buena iluminación y libre de distracciones.
- Según la edad, puede ser un escritorio en su habitación, en la cocina o cerca de los padres.
- Lo importante es que el espacio esté organizado y favorezca la concentración.
7. Planificar las comidas con anticipación
Uno de los mayores desafíos es coordinar los almuerzos y colaciones dentro de la rutina escolar, manteniendo una dieta saludable y nutritiva. Para facilitarlo te sugiero:
- Organizá un menú semanal para evitar improvisaciones.
- Prevé tiempos y traslados para no sumar más estrés.
- Siempre que puedas, cociná por adelantado y freezá porciones.
- Tener un plan de comidas ahorra tiempo y facilita la organización familiar.
Siguiendo estos consejos, no solo vas a lograr un inicio de clases más sereno, sino que también vas a reducir el estrés y las corridas durante todo el año. Además, recordá que es fundamental involucrar a los chicos en cada paso del proceso, desde la selección de su ropa y útiles hasta la organización de sus espacios. Darles participación y protagonismo en la toma de decisiones, acorde a su edad, no solo fomenta su autonomía, sino que también les ayuda a desarrollar hábitos de orden y responsabilidad.