Los vestidores y los placares son los principales espacios de guardado de un dormitorio. En las construcciones modernas contar con un vestidor en los dormitorios aporta categoría y valor comercial a la vivienda. Pero para tener un vestidor bien diseñado que resulte realmente funcional, hay ciertas cuestiones que se deben tener en cuenta.
Las medidas
Muchas veces se llama vestidores a todo lo que no entra en la categoría de un placard tradicional (a un paso entre el dormitorio y el baño, a un lugar estrecho en un lateral del dormitorio, etc.). Sin embargo, para que un vestidor realmente funcione como un espacio en el cual además de guardar ropa, zapatos y accesorios sea posible vestirse hay ciertas medidas mínimas a tener en cuenta.
A modo de referencia, la profundidad necesaria para la ropa de colgado es de 60 cm. en tanto que para guardar remeras y sweaters con 40 cm. es suficiente. El espacio que necesita una persona para moverse y vestirse con comodidad es de 90 cm. aproximadamente. Acá es importante tener en cuenta si el vestidor será para una persona o para una pareja en cuyo caso será importante contemplar espacio suficiente para que ambos puedan moverse con facilidad.
La ventilación
Un vestidor bien diseñado debe tener una buena ventilación para evitar la concentración de olores y que la ropa y los zapatos se humedezcan y se estropeen. Contar con una ventana o una claraboya es ideal no solamente para asegurar la ventilación sino para proporcionar luz natural al espacio.
Cuando los vestidores están contiguos al baño, asegurar una buena ventilación en ambos ambientes es clave para el cuidado de la ropa.
La Iluminación
Para vestirse con comodidad y seguridad es necesario disponer de suficiente iluminación. Durante el día tener la posibilidad de contar con iluminación natural es ideal. En cuanto a la iluminación artificial esta debe ser generosa e iluminar todo el espacio evitando puntos de sombras, contemplando que la luz y sus diferentes temperaturas condicionan la forma en que se ven los colores.
Diseño de los lugares de guardado
Identificar las necesidades y planificar los lugares de guardado es clave para lograr un vestidor bien diseñado. Raras veces los modelos estándar satisfarán las necesidades personales de quien lo va a utilizar.
Un vestidor bien diseñado debe combinar espacios de colgado, cajones y estantes de acuerdo a las necesidades del usuario. Personalizar el diseño del vestidor asegurará su utilidad para quien lo vaya a usar. Para ello, es importante tener en cuenta las cantidades de ropa, zapatos y accesorios, el tipo de elementos a guardar (ropa de colgar o de doblar, zapatos bajos, de taco o botas de caña alta, trajes de hombre, carteras, bolsos, etc.) y las preferencias personales (estantes, cajones, camisas colgadas o dobladas).
Un espejo y un asiento
Un espejo suficientemente grande para verse de cuerpo entero, sin exagerar en sus dimensiones para no desperdiciar espacio, es indispensable en un vestidor bien diseñado. Asimismo, contar con un asiento cercano donde ponerse, pantalones, medias, zapatos, etc. es un elemento clave en un vestidor cómodo y funcional.
Por último, tener en cuenta que idealmente los espacios de guardado de un vestidor debieran ser fácilmente ajustables y modificables para adaptarse a los cambios en las necesidades de guardado.
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